El equipo verde se quedaría con su primer título internacional ese año. / Archivo

El 26 de abril de 1989 Nacional visitó a Millonarios en la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores de ese año. El club paisa, dirigido por Francisco Maturana, había ganado 1-0 en Medellín por lo que un empate en Bogotá era suficiente para acceder a las semifinales del torneo continental.

En una época en la que los actos protocolarios eran en la mitad de la cancha, Carlos La Gambeta Estrada, luego de bajarla de pecho en el área sur del estadio El Campín,  abrió el marcador para el azul y avivó las ilusiones de derrotar al rival de siempre, o por lo menos alargar todo hasta los cobros desde los 12 pasos.

El tanto fue al minuto 25 de un duelo en el que Millonarios tuvo la iniciativa, pero no el control de la pelota. De hecho, en el 67’ René Higuita, portero de Nacional, derribó en el área a Arnoldo Iguarán (una salida imprudente) en lo que fue una clara infracción que el central Hernán Silva dejó pasar de largo.

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Para algunos no hubo falta, para otros no la vio el chileno. Lo cierto es que ya en el cierre, en el 80’ más exactamente, Jhon Jairo Trellez puso el 1-1 final y sentenció el pase de Nacional a las semifinales.

“Nos robaron, era penal claro, más claro imposible”, dijo luego del encuentro Eduardo Pimentel,quien durante gran parte del partido vivió un duelo especial con Leonel Álvarez.

El club verde se quedó con el cupo y a la postre superaría a Danubio de Uruguay y a Olimpia de Paraguay para lograr el primero de los dos títulos continentales que ostenta en su palmarés.